lunes, 10 de junio de 2013

EL ÁRBOL DE LAS MEMORIAS. Cap. 2 Descubriendo. MinJae

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CAP.2 DESCUBRIENDO

Jaejoong suspira y piensa mientras desde su ventana, observa la noche, la luz de luna que baña el roble de la colina.

Y se le ocurrió una rara, pero gran idea, sonriendo por su nueva meta, se recuesta y duerme de nuevo.

Mañana será un nuevo día.







La mañana siguiente, Jaejoong hizo todo como siempre, trabajo, Metro con Changmin y después la despedida. Pero algo cambió en su rutina.

Antes de llegar a su departamento, va al hermoso roble de la colina que estaba a unos cuantos metros del mismo. Agradecía traer jeans y una camiseta azul rey de manda larga, ya que el viento frio trataba de colarse por sus huesos.

Tomando una hoja del árbol sin arrancarla, utilizando un plumón plateado permanente, escribió con letras pequeñas lo que hizo esa noche después de llegar a la parada final del metro.


Llegando a su casa, donde vivía solo, Changmin se desabotona un poco la camisa blanca que llevaba ese día, para luego sentarse en su hermoso piano blanco que está iluminado por la luz de la luna, la cual, escurridiza y traviesa entra por el ventanal de la sala.

Sé que lo que hago está mal, pero mis miedos no dejan que me abra totalmente a él…
Jaejoong, sincero, divertido, inocente.
Jaejoong… lo lamento.
Lamento jugar con tu mente de esta manera, pero este terror que me invade…

Se escucha un estruendo proveniente de las teclas fuertemente presionadas del piano.

- Quiero parar esto pero no puedo… ¡Maldita sea!- grita furioso consigo mismo.


Las lágrimas corren mientras toca aquella melodía, esa que le arrebata las memorias a la persona que sentía amaba desde el primer día que le vio.

Jaejoong…

Todas las noches él tocaba y tocaba hasta que los recuerdos de Jaejoong se borraban de su mente, dejándola solo con la despedida de la noche.



El cine, la feria, los fuegos artificiales, la guerra de globos a media noche, todos esos buenos recuerdos, te los he quitado.
Lo siento… Lo siento mucho…





























Semanas más tarde Changmin está con el joven de piel hermosamente blanca en el mismo parque de todos los días.

- Jaejoong, quiero preguntarte algo muy importante, pensé podría esperar pero creo que es demasiado complicado.



- ¿Qué pasa? ¿te molesta algo?


Jaejoong, con frustración arruga en un puño su camison celeste y lo mira tristemente, buscando respuestas en los cafés ojos de Changmin.

La falta de respuesta hizo el ceño del pelinegro fruncir.


- Acompáñame, esta vez, a un lugar especial para mí, por favor.


- Está bien… vamos - no podía estar más nervioso ¿A donde querría ir y qué significaba esa mirada en sus ojos?


Jaejoong lo toma por la manga de su camisa azul rey, jalándolo hacia su lado del camino.

Caminan alejándose de ese conocido y amado parque, el ojinegro con el corazón acelerado por la adrenalina y sentimientos indefinidos y el castaño con el miedo haciendo doler su pecho...




Changmin y Jaejoong toman asiento en la banca que está bajo el roble. Observando la ciudad de Seul de noche, brillante e impresionante.

sábado, 8 de junio de 2013

Voz Perdida One shot MinJae

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TITULO: VOZ PERDIDA.
AUTORA: ALEJANDRA PARK
PAREJA: MINJAE
DURACIÓN: ONE SHOT

Dime... ¿Quien soy? ¿Qué soy?

Nisiquiera he podido responderte a tu pregunta porque no la sé ni yo mismo.

¿Qué siento? .... Changmin no me veas así... no... no te vayas...

- CHANGMIN! - tomo tu brazo con fuerza, tu me mirada por sobre tu hombro, aburrido... cansado.

- No tiene caso que me quede a escuchar a los grillos cantar mientras espero una respuesta de tu parte hyung . Supongo tu respuesta y la acepto, así que dejame solo....

- Ja! entonces vete si así lo deseas, no pretendo detenerte.

No Changmin... no es así.... mi voz no sale, esto no soy yo Changmin. Pero... pero...

- .... así serán las cosas entonces, solo fue tu maldito amante por placer, otro a tu lista... Dime Jaejoong, 

¿Que número soy? ¿14, 15? !Que número de todos los que le han abierto las piernas¡

Y mi mano reaccionó sola, propinandole una cachetada sin pensarlo... mierda.

- ¿Qué, dañé tu orgullo o te duele la verdad? - su mirada me muestra enojo y mis lagrimas no dejan de 
correr.

-No llores como si te importara, pero ¿Sabes? en tu maldita vida y tu sucio cuerpo, volverás a sentir caricias como las mias, que sé te llegaban hasta lo más profundo de tu confudida alma, nadie Jaejoong - me aprieta el brazo - nadie nunca te hará el amor como yo te lo hice... porque para eso se necesita, como la expresión lo dice, AMOR.

Changmin se aleja, cerrando la puerta de mi departamente... yo caigo de rodillas y aprieto mi garganta.

- n-no changmin, no te vayas... no changmin, no, no, no, quedate conmigo, no me dejes solos... - no puedo parar los sollozos hasta que se convierten en gritos- NO... POR FAVOR, VUELVE, TE AMO... CHANGMIN, CHANGMIN, CHANGMIN CHANGMIN!!.

Changmin del otro lado de la puerta solo escucha como Jaejoong destruye todo  a su paso, escucha los vidrios quebrar la mesa golpear el suelo.

- no hagas esto Jaejoong... no juegues conmigo... si me amas... ¿Porqué?... ¿Porqué estabas con él? ¿Por qué? - sus lagrimas caen mientras escucha la guerra y el llanto del otro. Se sienta recargado en la puerta toma asiento, esperando a que el mayor se calme, pero solo se escucha más ruido y un Llanto más desgarrador. No quería caer pero tampoco quería irse. Tenia miedo que hiciera una estupidez, conocía a Jaejoong, sabia de lo que era capaz y lo que no...

Changmin.... no lo que parece...

El joven ve como Lee Soo Man sale con una sonrisa malévola de la habitación de Jaejoong, ajustando sus pantalones, mientras su amante está tendido sobre la cama.

-¿Qué crees que parece Jaejoong shi?....

Despertó por el ruido de la vajilla quebrándose - LOS CUCHILLOS - grita y entra al lugar... desastre es lo único que podría definir ese departamento. el cabello gigante del dueño, partido a la mitad, fotos, la mesa de madera de la sala, los sillones.... todo hecho un lio.

Escuchó nuevamente ruido en la cocina y corrió. Lo que vio lo dejó helado, Jaejoong tirado en al esquina, lleno de cortadas en los muslos, susurrando quien sabe que. No lo pensó más y le arrebató el cuchillo, el pelinegro no lo mirada, sus ojos lloraban en silencio y el vacio los acompañaba.

- No es... lo que... parece... te am...o - los susurros eran débiles pero él le entendía.

- ¿Porque Jaejoong? - le pregunto acompañando su llanto, tirándose al suelo en frente del otro que seguia sin mirarlo... - Por favor...

Jaejoong finalmente lo miró, rrugó la cara y empezó a llorar de manera desesperada. Changmin intenta 
tocarlo, abrazarlo pero el otro solo se mueve bruscamente.

- NO ME TOQUES, YA NO ME TOQUES, ESTOY SUCIO ¿QUE NO ENTIENDES? SUELTAME YA! - grita y el castaño simplemente lo agarra con fuerza. En un abrazo con piernas y brazos espero que el brusco movimiento cesara.

- Ese mousntro... nos descrubrió hace un mes... dijo que te deja-ria e-en un estado inimaginable... que no volverías a trabajar... y yo... yo no quise que pasarás por lo que nosotros Changmin... no quise... y, y me pidió mi cuerpo cuantas veces el quisiera para guardar silencio... No queria... que pasaras lo mismo... yo, yo.

- Cometiste el mismo error que hace años, por protegerme me perdiste... - siente como Jaejoong se aprieta más  a su costado - no puedes seguir así. Changmin trata de tocarle la espalda pero un salto del otro llamó su atención, sin previo aviso levanto su camiseta y lo que encontró lo lleno de rabia.

- ¿Te hizo esto?... - pregunta despacio mientras acaricia las marcas de latigo en la espalda del pelinegro.

- Siempre...

- Por eso empezaste a alejarme... - concluye sin poder evitar las lagrimas que no habian dejado de caer... - como pude dejarlo ir...-

-Lo lamento, lo lamento tanto.

- Nadie puede tocarte de esta manera, mira como te dejó, Dios.... no se quedará así.

Lo abrazó protectoramente sin lastimarlo mucho, pensando como vengarse de aquel imbecil que se atrevió a 
profanar al amor de su vida.

2 meses después todo estaba tranquilo en el departamente de Jaejoong hasta que tocó el timbre, el miedo se apoderó de él mientras abría el cerrojo y lo que vio fue un gran pedazo de periodico.

- Lo encarcelaro...

- De por vida Jaejoong... de por vida.

- Perdoname... por todo, perdoname.

- Te amo Jaejoong.

- Te amo Changmin... y lo sé, no hay nadie que pueda remplazarte aquí - pone su mano derecha en el 
corazón - ni aquí - y la izquierda en aquella parte de los define como "hombres".

El castaño le besa la frente, las mejillas y los labios, pasándole sus brazos por la espalda sintiendo el brinco de dolor del otro - limpiaré tus heridas, te cuidaré y protegeré... haré que olvides cualquier rastro de esas manos asquerosas con las mías.


Porque... tú solo eres mío.

martes, 4 de junio de 2013

EL ARBOL DE LAS MEMORIAS - MINJAE

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AUTORA: ALEJANDRA PARK
PAREJA: MINJAE
MINISERIAL
 “EL ARBOL DE LAS MEMORIAS”
Cap 1. El final que da paso al comienzo.


El destino es como un niño, ama jugar con nuestras vidas, dándoles vueltas como si de una rueda de la fortuna se tratase, mamá y yo discutíamos mucho sobre el tema del destino, ya que, personalmente lo veía como una patada de mula en el trasero cada que creías que tu vida estaba en paz.
Aunque, bueno, mi vida nunca había dado un cambio radical… hasta que ella se fue; emprendiendo un viaje de no retorno al cielo… mi madre.
Ella, siendo maestra de idiomas en la universidad, desde pequeño me hizo aprenderlos como si de su alumno me tratara; lo admito, también me encanta, pero en lo que nunca, pero nunca, había entendido a mamá, era su insistencia a que yo aprendiese idiomas asiáticos. ¡Prácticamente fui obligado! Y es que mamá deseaba que volviera algún día a mi país natal, cosa que sinceramente no tenía planeado.

Jaejoong aprieta aquella última foto que se había tomado con su madre las vacaciones pasadas en Europa, específicamente en Italia. Suavemente su dedo pulgar acaricia la imagen y se ven las pequeñas manchas de sus lágrimas cayendo encima de aquella importante fotografía.


Y veme aquí, tal vez cumpliendo uno de tus sueños o simplemente escapando de la realidad donde, sin ti, ya no pertenezco.
Tal vez, solo tal vez, tú en algún punto sabías que esto pasaría, que yo me iría junto contigo, emprendería también un viaje. Sé que no tenía porque elegir Corea del sur, sabes que me negaba rotundamente a volver a mi país, porque no tenía la menor intención de ir a ese otro lado del mundo. Je… pero aquí estoy, no fue difícil encontrar trabajo ni mucho menos un pequeño departamento donde acomodarme. Tengo suficiente dinero, pero odio no trabajar.
.

Jaejoong se acomoda el suéter azul acurrucándose en el asiento para dormirse, un profundo suspiro y un último pensamiento.


Estoy preparado para esta nueva vida, haré de este viaje, el viaje a mi propio cielo

El lugar estaba lleno, parejas, amigos; jóvenes y adultos iban a divertirse. Siempre tenían mucha gente, ya que el lugar era reconocido por su buena comida.
Pero lo que más atención llamada de aquel lugar, era el talentoso pianista que tocaba de forma esplendida aquel hermoso y gran instrumento.
Todos callaban para escuchar las primeras piezas del pianista, incluso Jaeoong quien lucía su pantalón negro, camisa blanca y delantal color vino como uniforme del bar, dejaba su trabajo en caja para cerrar los ojos y disfrutar de las caricias que aquel joven de camiseta celeste y pantalón negro proporcionaba a las teclas. Las notas acompañadas por la concentrada y emocional expresión del joven de cabellos castaños y piel canela, eran la combinación perfecta para el ambiente romántico que creaba con solo sentarse frente al piano negro del bar.
El pianista termina su ultima melodía de la noche, poniéndose de pie, sonríe, haciendo una reverencia a los pocos clientes que aún quedan, vuelve a sonreír y se aleja del piano.


Jaejoong le daba la última cuenta de la noche al mesero, ya casi era hora de irse, lo sabía porque la última canción de la noche había dejado de sonar.
Buscando un trapo en las repisas que están debajo de la mesa no se dio cuenta cuando el pianista se acercó a su lugar de trabajo.
Cuando encontró el trapo se paró de nuevo en su lugar, sorprendiéndose y dando un saltito al ver al joven recargado en la barra.

- ¡Changmin! ¡Me asustaste! - Se agarra el pecho y suspira.


- Lo siento, no fue mi intensión.
Quería preguntarte si te vendrías conmigo hoy.


- Si claro, hoy no me toca cerrar, ¿me esperas a que recoja mis cosas?, no tardo nada.

Changmin sonríe y asiente con la cabeza. Jaejoong termina de limpiar la mesa, le encarga la caja al muchacho asginado a dar cierre y se retira por sus cosas.


Es curioso como mi vida siguió siendo tranquila, el bar, mis amigos nuevos, el departamento. Todo era tranquilo, lo que yo quería. Aunque...curiosamente, solo hay una parte de esta nueva vida que tiene cierto misterio.


Changmin, el pianista del bar donde trabajo, tiene tiempo siendo mi acompañante de camino al terminar nuestros turnos. De hecho, lo era mucho antes de que nos diésemos cuenta, ya que el camino a nuestras casas siempre a sido el mismo. Dato que supe después de hablar con él por un tiempo.

Siendo un artista, Changmin en sí mismo es impresionante y entretenido, él siempre tenía algo que contar; como su primer concierto a los 8 años o su último viaje a Europa.
Interesante es la palabra correcta para definir a Changmin.



- Entonces, mis amigos trataron de tirar al mas pesado de todos a la piscina y terminaron completamente empapados- cuenta Changmin con las manos inquietas expresando su emoción.

- Wow, espero la alberca haya quedado aunque sea con un poco de agua. Dices que tu amigo es enorme.


- ¡Lo es! Lo bueno es que la piscina también es muy grande, ese día fue muy divertido aunque el papá de Yunho nos regañó horrible.

- Ja ja, yo hubiese hecho lo mismo o algo peor, ¿Cómo se les ocurre poner shampo en la alberca? !No son unos niños¡

- ¿Estar ebrios no cuenta como excusa? - rasca su cabeza avergonzado.


Ambos se ríen y continúan la plática hasta que es hora de bajar del metro.


Caminaban por el parque hasta el punto que separaba sus rumbos.


- Gracias por la compañía y la anécdota, fue divertido- sonría algo sonrojado. Creo que mi boca me dolerá por tanta risa más tarde.

- Gracias a ti por dejarme acompañarte, es entretenido. Creo que desde que empezamos a irnos juntos me ha gustado el pasear en metro.


-Creo que a mi igual… Bueno, me voy, cuídate mucho.


- ¡Oye!- le grita a Changmin que ya iba a varios pasos lejos. - ¿Qué te parece si vamos…




Se remueve toscamente en la cama, despertando con el corazón acelerado, quedando semi-sentada dejando ver su pijama de nubesitas.

E aquí el lado misterioso de mi nueva vida y de Changmin.
No me di cuenta hasta hace poco, pero no tengo recuerdos con él mas allá de la despida en el parque.
Antes, supongo que no le tomaba importancia porque no tendría porque irme a otra parte con él.
Pero de un tiempo para acá, mis sueños me dicen, de forma borrosa, que algo anda mal con mis recuerdos.


Mis recuerdos con Changmin.



Este fic es originalmente un guión que me dio un 100 en mi calificación de guinismo. Espero les guste, será pequeño pero es algo de lo que estoy orgullosa, gracias por tu apoyo y el tiempo que se toman para leerlo. 

Cualquier critica constructiva es bien recibida. 
atte. Alejandra Park

lunes, 3 de junio de 2013

CAPITULO 7: ALIANZA TEMPORAL

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Soy el único que puede hacerte el daño que tu me haces a mi... nadie más.

Después de aquella noche ni Jaejoong ni Changmin se dirigieron la palabra ni siquiera para insultarse. 

Los días pasaban como una rutina casi robótica. Despertaban, se duchaba primero Changmin, después Jaejoong, el segundo hacia de desayunar y en esas dos semanas de silencio, aun se le había hecho costumbre en hacer comida para dos... como cuando cuidaba a su mamá los pocos momentos que se encontraba ella en casa a su lado; preparaban sus cosas para el trabajo y subían a sus autos.  

Sabían que sus caminos se cruzaban en la escuela y en las visitas a las oficinas sus padre, pero no se miraban, siquiera deseaban sentir la presencia del otro, aún cuando Jaejoong inevitablemente se estremecía al escuchar la fuerte voz del moreno a lo lejos.

Cuando Changmin llegaba a casa solo veía su plato en la mesa como siempre tapado por una servilleta listo para calentarse. Jaejoong siempre llegaba antes para evitar cualquier contacto con el moreno, cenaba, bebía un poco de vino comprado por el se ponía la pijama y se iba a dormir... o bueno, eso intentaba, ya que no podía explicarse porque no podía conciliar el sueño hasta sentir el crujir de aquella cama con el peso del otro.

Rutina inexplicablemente cómoda...

Este fin de semana la pareja de "enamorados" tenía cenar en la mansión Kim, ya que sus madres.... sus benditas madres deseaban ponerse al corriente de esas dos semanas de acoplamiento entre sus hijos.

Changmin estaba intentando ponerse la corbata para poder encaminarse a la cena, pudo divisar a Jaejoong parado tras él viéndolo tener una guerra sin cuartel con ese accesorio así que le regresó la mirada.

-Déjame ayudarte, si no nunca llegaremos a la dichosa cena -
Solo ve que se acerca a él sin esperar respuesta, el nudo inexplicable en la garganta no le permitió negarse a la petición.

- ¿Cuál es tu prisa por llegar? - le pregunta sin mirarlo, solo sintiendo los pequeños roses en la pequeña porción expuesta de su piel.

- Al mal paso darle prisa, más temprano vamos, más temprano volvemos, menos eterno se me hará ver a ese idio..... - sintió el movimiento y las palabras cesar, bajo la mirada, vislumbrando una mirada sombría.

- Tenemos que ir...

- Lo sé - contesta Jaejoong terminando su tarea y alejandose rapidamente del otro  apurate por favor, te espero en el carro.

Y es que llegar a la cena en autos diferentes lo único que les haría era levantar un cuestionario de detective de parte de sus progenitoras y la verdad... ambos en lo único que estaban de acuerdo es que con sus madres no les gustaba meterse.

Llegando al lugar fueron recibidos por la nana de Jaejoong quien le dio un pequeño beso en la mejilla a ambos, sonrojando a Changmin, quien no estaba acostumbrado a esos afectos de personas extrañas.

- Muchachos, por fin llegaron, que alegría verlos tan frescos - dice la señora Kim seguida por el asentimiento de su amiga, la mamá Shim.

- Sentimos la demora - y ahí empezaba la actuación de Jaejoong, debía lucir feliz, realmente feliz de estar con ellos, que no sospecharan que su vida estaba hecho un lio desde que empezaron a decidir por el como por un niño...

A los niños no los amenazan con matar a su madre de un paro cardiaco...

Con ese pensamiento de apertura llega la persona más asquerosa que ambos jóvenes pudieron conocer en sus vidas.

- Hijo mío, te he extraño tanto en casa. ¿Cómo han estado muchachos? - pregunta en señor Kim con toda la hipocresía marcada en cada arruga de su rostro.

- Bien gracias... - filoso.... solo así se puede describir el tono de Jaejoong al hablar.

Las señoras ya habían salido de la sala para pasar al comedor, siendo el señor Shim arrastrado por su esposa, dejando solos a los dos jóvenes y a aquel hombre.

- Vamos hijo dale un abrazo a tu amado padre - extiende sus brazos hacia Jaejoong quien solo lo mira de forma desafiante. El mayor sonrío sarcásticamente y en vez de abrazar al delgado pelinegro tomo sus brazos y comenzó a apretarle de forma casi enfermiza.

- Más te vale comportarte mocoso estúpido.... - su sonrisa cruel se ensancha viendo como las lagrimas de coraje y dolor estaban a punto de salir del níveo rostro de su único hijo.

- Hágame el favor de sacarle las manos de encima a mi prometido - ni siquiera el mismo Changmin supo porque había dicho eso, pero al darse cuenta de la situación tan irracional frente a sus ojos y ver aquellos ojos a punto de llorar, un terrible malestar se anidó en su estomago, enojo, fastidio, coraje... no sabía que... pero no podía quedarse viendo.

.- !oh¡ Discúlpame mi querido Changmin, solo que extraño mucho a mi hijo en casa - tratando de verse lo menos culpable posible contestó el mayor, viendo como Changmin se ponía ligeramente frente a Jaejoong, en actitud protectora.

- Agradecería simplemente, respetara el lugar que usted me obsequió a la fuerza pero mio - fue lo último que se esuccho en aquella sala, Changmin tomó la mano de Jaejoong dirigiéndolo con rapidez al comedor.

- Gracias...- escucho decir a Kim mientras secaba sus ojos.

- Es solo una alianza temporal... recuerda que te haré pagar por esta cárcel, así que eres mío.... y solo yo puedo tocarte.


Ambos se sonrojaron un poco sabiendo el doble sentido de aquella palabras, pero decidieron dejarlo hasta ahí, pues tenían aún una larga noche por delante.



Corto pero poderoso!!. ♥
Dios las bendiga, gracias por su paciencia, espero les guste mucho!

lunes, 27 de agosto de 2012

DESTINOS FORZADOS ~ CAPITULO 6

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 BUSCANDO OLVIDARTE ME EMBRIAGUE… Y SI, ME HUNDÍ MÁS.
ADVERTENCIA: LEMON ~

Después de que recibir tal grito, seguido de un portazo Jaejoong decidió ignorar los arranques de histeria de Changmin y comenzó a desempacar.

Ropa…Guardada (dejándole espacio al Chango).

Utensilios de cocina especiales… acomodados.

Libros y laptop Acomodados (gracias a Dios había DOS escritorios)

Porta retratos…

-Ash, por culpa del chango ya no tengo mi portarretratos… salvaje idiota – suspira tomando la amada foto colocándola en otro recuadro – no es lo mismo… pero no quiero que te maltrates 
– besó la foto y la acomodó en la mesa de centro.

Terminando de ordenar y limpiar un poco el departamento – si, el piso ya está limpio, lo hace como tic nervioso- tomó una pequeña copa y se la llenó de vino tinto (que se encontró por ahí), tumbándose en el sillón, cerró los ojos…
-       
     -Mamá… ¿podré aguantar esto? – un sorbo – necesito soportarlo, se que el idiota ese tiene razón, parezco un cobarde, pero ¿cómo te arriesgo? ¿Cómo me arriesgo a perderte? No puedo…

Así pasaron las horas y las copas, terminándose toda la botella el solo decidió irse a dormir. 

Arrastrando los pies llegó a la cama, tomando el lado derecho de esta tapándose tan solo un poco con aquella suave sobrecama ah~ que comodidad… y con ese pensamiento cayó en los brazos de Morfeo, buscando consuelo en ese mundo donde nadie es malo y no esta amarro a este destino que tanto esta odiando.

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Horas más tarde, la puerta de aquel departamento se abrió ruidosamente, dejando pasar a ese alto moreno que llevaba todo sobre sí menos su conciencia.

Changmin se quitó los zapatos y tropezando con todo mueble y mesa que se cruzara en su camino llegó a la cocina, estaba totalmente ebrio, no podía dar siquiera dos pasos sin marearse. Changmin no era un mal bebedor, aunque de hecho beber no era su actividad favorita, tenía que hacerlo frente a los clientes y socios de su padre, por ende, sabía cómo evitar hacer escenitas por pasarse con el alcohol. Buscó un poco de agua y unas pastillas que él había acomodado en uno de los cajones, tomando dos se apoyo un poco en la barra y suspiró; enserio estaba mal, solo quería ir a la cama, retirándose a la habitación de dio cuenta que la botella de SU vino FAVORITO estaba vacía en la mesa de la sala, bufó molesto pero demasiado mareado como para ir por ella y quebrársela en la cabeza a Jaejoong decidió esperar hasta mañana.

Caminó apoyándose firmemente (o eso creía él) de las paredes hasta llegar a la su cuarto, donde un chico delgado, de piel blanca y su nuevo dolor de cabeza ya estaba durmiendo tranquilamente y como no si se tomó todo mi vino… maldito ebrio usurpador.

Bufó de nuevo quitándose su ropa quedándose simplemente con su bóxer negro, arrastró los pies hasta la cama y se dejó caer en ella; logró escuchar un quejidito del pelinegro – ommasdh medichaa noo~ - algo así había entendido, termino por recortarse y sin darse cuenta sus rostros habían quedado de frente, pudiendo percibir el delicioso olor del vino tinto…

Estaba ebrio ¿ya lo había aclarado?, y ebrio como estaba se acercó lentamente al rostro dormido de el fantasma Kim, rosando ligeramente sus labios.
-       
     Aún tiene el sabor… - susurró para inmediatamente apresar aquellos labios en un beso demandante…
-       
     - Peeegeg QUE?! – grita Jaejoong despertándose, cayendo de la cama junto con las sabanas- ¿QUE PRETENDES?! – grita arrastrando las palabras aun con los efectos del vino.

Changmin bajando de la cama y dándole la vuelta se inclinó un poco, lo levantó fuertemente del brazo quedando ambos mirándose fijamente, uno con mirada seria y turbia; el otro con algo de miedo y si… también turbia.
-       
     - Tú te tomaste mi vino favorito ¿sabías? – le susurra pegando sus labios a su oído con sus cuerpos solo separados por las sabanas.
-       
        - Suéltame Changmin… estas ebrio – dice tratando de zafarse.
-       
        -¿Qué te suelte? – ríe burlonamente haciendo caer toscamente a Jaejoong en la cama.

El moreno observa un poco aquel cuerpo de pies a cabeza enredado entre las sabanas, vio sus confundidos ojos y por ultimo aquellos labios; se inclinó hasta quedar encima del pelinegro quien intento patearlo pero sin mucha fuerza, ya que el alcohol lo debilitaba terriblemente.
-     
       -  ¿Sabes lo caro que es el vino que te has tomado? Era mi favorito Kim… devuélvemelo – lo besa fuertemente de nuevo, recibiendo una cachetada, que aunque no fue hecha con mucha fuerza, lo había atontado.
-    
        -   Aléjate, QUITATE!! NO ME TOQUES! – las lagrimas comenzaron a bajar por aquellas enrojecidas mejillas, una a una, formando dos ríos salados que hicieron a Changmin quedarse quieto, sin quitarse de encima.
-     
           -  Dime, ¿Por qué lloras? ¿por la misma razón que con el portarretratos?  ¿lloras porque te duele, porque no quieres? – comienza a mover sus caderas simulando embestidas. Jaejoong se muerde los labios.
-       
          - yo tampoco quiero Jaejoong, yo tampoco quiero tener que estar aquí... y menos quiero sentirme así, no sé si es porque estoy ebrio, por el sabor del vino o simplemente... porque pareces ser adictivo, pero no quiero parar...
Aumenta los movimientos escuchando pequeños gemidos de parte del pelinegro, besa su cuello y siente la espalda del otro arquearse, esas manos tratando de separarlo de su cuerpo.
-       
         - Para… - las lagrimas no se detienen, la impotencia y cierto placer lo hacen sentir minimizado, el tampoco quiere esto…
-       
          - Deja de llorar, tú dices que pare pero tu cuerpo pide otra cosa, ¿a quién debería hacerle caso ah?, ya no llores, guarda tus lágrimas para mañana, porque te haré mío de tal forma que no podrás pararte…
-       
      - Maldito…

Jaejoong besa a Changmin mordiéndolo con toda su fuerza, buscando lastimarlo, herirlo como se estaba haciendo a sí mismo, porque él sabía perfectamente que si quisiera hubiera podido quitárselo de encima, pero el problema es que no deseaba hacerlo, también estaba ebrio, él también estaba embriagándose por la sensación y el masculino olor de aquel moreno que le había comenzado a desabrochar la camisa mientras seguía besándolo. Sintió una de sus manos ser guiada por la fuerte de aquel chico sintiendo en ella el bulto que se formaba bajo los bóxer; la mano le guió en el ritmo y la boca ajena ya estaba invadiendo su cuello, sus gemidos eran cada vez mas repetitivos y más fuerte, así como los movimientos de caderas de Changmin.

Shim terminó de desvestirlo dejándolo completamente desnudo, su cuerpo expuesto, sin sabanas que lo cubran ya que estas fueron descartadas hace rato; Sintiendo una mano invasora en su miembro, Jaejoong se aferro a la espalda de Changmin, ambos hincados sobre la cama. El moreno volvió a guiar la mano del pelinegro a su miembro resistiéndose a gemir, ya que las caricias de aquel chico no podían ser más acertadas.

Se tumbaron en la cama, quitándose lo último que quedaba encima de sus cuerpos, volvió a besar a Kim en los labios, siguiendo el recorrido a su cuello, succionando sin dejar marca alguna, bajando suavemente hasta rodear uno de los rozados pesos, lamiendo y mordiendo ligeramente, haciendo suspirar al cuerpo bajo suyo; continuo con el otro y con su húmeda lengua saboreo todo ese torso blanco y suave, como un gato disfruta un plato de leche.

Dejó de acariciar esa parte intima para apretar con sus manos las estrechas caderas de Jaejoong.

-Ahh~ Changmin tranqui aahh – pero no pudo seguir hablando cuando su cuerpo se arqueó por culpa de una lengua husmeando entre sus piernas, sin llegar a tocar su miembro.

- umm~ ¿Deseas que te haga sentir bien con mi boca Jaejoong ah? – dice mientras sigue lamiendo, muslos, cadera, aquella zona peligrosa que es el inicio de ese miembro ansioso por atención.

- tss si vas a hacer algo hazlo Ya! – Jaejoong se remueve aun siendo sujetado por el castaño de las caderas, este, sonriente sube hasta la boca “enemiga” rosando aquel miembro erguido con su torso haciendo gemir entre dientes a Kim.

-¿Por qué no gimes? ¿Vergüenza u Orgullo? – le pregunta en un susurro – Gime Jaejoong – el menor comienza a desvestirlo de manera rápida, alejando las manos de Jaejoong con una sola suyas, definitivamente el efecto del alcohol en ambos era completamente opuesto, el mayor sin fuerza y Shim con la suficiente para desabotonar su pantalón y bajarlo, su pecho aun cubierto por aquella molesta tela se quedó asi, culpa de los aunque débiles, brucos movimientos de Kim.

La cama rechinaba por aquella lucha, Changmin quito le quitó el bóxer dejándolo completamente desnudo de la parte inferior, el miembro erguido de su “obligado sexual” hizo acto de presencia. Shim sonríe, tomando el miembro con la mano izquierda, mientras que con la otra aún sostenía las muñecas del pelinegro.

-Gime Joongie ~ - canturrea, su mano izquierda moviéndose con rapidez sobre aquel miembro. Jaejoong mordía su labio inferior hasta sangrar, el sabor metalico llenando su boca lo exitaba un poco más. No, no era masoquista, pero esa agresividad, ese Changmin lo exitaban de sobre manera, pero no lo aceptaría.
El menor ya cansado de su resistencia besa los labios color rojo con fuerza, compartiendo el sabor a sangre, saliva y vino; no podía controlarse, la suavidad y esponjosidad de aquellos labios lo volvían loco. Jaejoong arqueó su espalda y un líquido blanquecino salió llenando la mano ajena. Shim sonrío, observando su mano dejando escapar una carcajada.

-no te rías idiota! – el sonrojo fue inevitable, Jaejoong quería que se lo tragara la tierra…

- vaya que te gusta la mala vida Jaejoongie ~… pero sabes – besa su cuello y en un susurro le dice – sigo yo de disfrutar.

Los ojos completamente abiertos de Jaejoong observaron asustados como Changmin dirigía su mano a la parte inferior de su cuerpo y no precisamente la que acababa de tomar.
-          
           - AHHH! – grita sin tapujos Kim después de recibir un dedo humedecido por su propio semen en su entrada – SACALO, MALDITA SEA CHANGMIN SACALO! – lagrimas salen nuevamente, pero esta vez de dolor, inevitables.
-        
            -Tranquilo… - susurra el menor moviendo, aún sin proponérselo con cuidado su dedo dentro calido del otro quien gimoteaba quedito.
-       
            - Cha…changmin – Shim siente como su piel se eriza al escuchar su nombre dicho por esa voz, entre un susurro y un gemido…

Profundo…

Ronco…

Suplicante…

Changmin observó fijamente al joven bajo su cuerpo, lleno de sudor… su piel blanca y esos labios rojos…

¿Cómo?...

¿Cómo un hombre podía verse tan… hermoso?

¿Por qué…?

Aquellas preguntas quedaron sin respuesta cuando sintió el cuerpo bajo él mover un poco sus caderas, pidiendo más…

El joven Shim sacó tu dedo rápidamente, tomando desprevenido al cuerpo bajo él.

Y lo hizo… sin contemplación, sabiendo perfectamente que aun no estaba totalmente preparado.

Perforo el interior de Jaejoong con fuerza, tratando con ello olvidarse de esos estúpidos pensamientos. Jaejoong grito nuevamente pero más fuerte, pero al menor no le importaba, se movía.

Rapidamente…

Fuertemente…

Dolorosamente…

Tomando el miembro del mayor, el cual se volvia a levantar, moviendo su mano al ritmo de las envestidas.

Entraba y salía a su antojo hasta que el climax llegó a él. Cansado salió, sin cuidado del interior sangrante del mayor y se tiro a un lado de él.
-          
             -Cruel… - susurró Jaejoong son lagrimas en los ojos.
-      
             - Lloras mucho… te dije que te haría lamentar el tomarte mi vino…

Jaejoong le dio la espalda a castaño, guardando silencio. El menor levantó las sabanas y se tapó con ellas, conciliando el sueño.
Estaba cansado y ebrio. Pensar era lo que menos pretendía hacer.



Changmin despertó una hora después, aun siendo con la luz de la luna alumbrando, su acompañante seguía en la misma posición de antes, aparentemente dormido. El menor recorrió su figura con la mirada, percatándose de una mancha inusual en aquella sabana. Con cuidado acercó su mano a la zona oscura, dándose cuenta que era una mancha de sangre, asustado, tomó la sabana y destapó a Jaejoong, quien se removió incomodo y somnoliento.

Un hilo de sangre corría desde la entrada de Jaejoong, pasando por su trasero. Shim se movió apurado al baño buscando su botiquín de primeros auxilios.

Ya no estaba ebrio… se le había pasado la mano.
Jaejoong estaba demasiado cansado como para tratar de salir de su estado semi dormido, solo sentía en lejanamente movimiento y algunos ruidos.

El menor saco un pañuelo húmedo y un pequeño algodón con algo de pomada, con cuidado, sin despertar a Kim, limpio el hilo de sangre suavemente con el pañuelo humeno y luego colocó la pomada con ayuda del algodón. Estaba completamente inflamada, prácticamente había partido en dos al pelinegro y se arrepentía.

Aunque su mayor problema no era ese…

Lo que más preocupaba Shim Changmin, es que se arrepentía de averse pasado de la raya…

Pero no se arrepentía de haberse acostado con un tipo…

Kim Jaejoong… su prometido a la fuerza.
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